¿El producto o la apariencia?

Lo más importante es la percepción que tú tienes, que pueden tener de ti o lo que tu quieres transmitir, no siempre está en el propio producto. A lo mejor está en otros significados que son más intangibles,  esto pasa en muchas ocasiones. El producto es muy importante, pero es importante, sobre todo, si lo haces mal, pero si lo haces bien, lo único que has conseguido es estar en el mercado.

Con esto no vas a conseguir vender más ni llamar más la atención ni diferenciarte, tienes que buscar otro tipo de valores, de significados, de intangibles, digamos, que son los que más trabaja el marketing hoy en día, el nuevo marketing, por decirlo de alguna manera, ¿no? Que no son tan focalizados en el producto, que digamos que el producto que yo pueda desarrollar pues seguramente lo habrán desarrollado otras muchas compañías, es decir, estamos en un mercado de paridad, todos hacemos muchas cosas y muy buenas, lo que pasa es que si todos hacemos muchas cosas y muy buenas, tenemos que pensar cómo vamos a hacer para que el consumidor, el cliente, me escoja a mí, ¿no? Y en eso vamos a tener que trabajar mucho más el mundo de las percepciones y las apariencias, evidentemente.

Antes la gente compraba un jabón porque lavaba más blanco, decía la publicidad, ¿ahora por qué lo compra?

Realmente tomamos decisiones que normalmente están por debajo del umbral de consciencia. ¿Qué significa esto? Que no somos conscientes de las verdaderas razones. Cuando compramos ese jabón, es posible que haya sido por unas razones distintas de las que nosotros pensamos. Solemos decir una cosa muy interesante, que nuestro cerebro inconsciente toma decisiones que nuestra razón trata de justificar. Cuando le preguntamos a alguien por qué compra ese jabón, te dará una serie de respuestas, se justificará, y además, de una manera lógica y racional, pero posiblemente haya otro tipo de constructos, otro tipo de evocaciones que tenga su cerebro, que haya provocado tomar la decisión de escoger este jabón en vez de este otro. Puede que sea porque tenga un olor que recuerda a la niñez, y ni siquiera se da cuenta, o fue el primer perfume de su madre, o puede que sea el jabón que tiene un color, una apariencia o un diseño de etiqueta que le recuerda una cosa que puede hacer que provoque que yo escoja este en vez de este otro. Con esto quiero decir que no siempre son criterios racionales.